lunes, 4 de agosto de 2014



LAS RELIGIONES DE LA INDIA



La religión védica es objeto de un tratamiento mucho más detallado en páginas subsiguientes. La renovación espiritual y mística de las Upanishads que, junto con la anterior, es una de las raíces del Hinduismo no figura aquí sino en la página correspondiente. El destino de las tres grandes religiones estuvo ligado, en gran medida, a su respeto o crítica de los valores tradicionales. El Hinduismo fue considerado ortodoxo y, a pesar de un desarrollo lento y de un eclipse parcial por el Budismo, terminó por predominar aunque sin traspasar las fronteras de la India. El respeto de la mayor parte de esos valores por el Jainismo aseguró su supervivencia, pero por los rigores y exigencias impuestos a sus fieles permaneció minoritario aunque influyente. Más heterodoxo, el Budismo después de un gran éxito inicial comenzó poco a poco a perder terreno hasta terminar por desaparecer del suelo indio no sin antes haberse expandido por una buena parte de Asia, gracias a su mayor universalidad.


Religión Védica o Vedismo


Deriva de Veda, título aplicado a un conjunto de tres o cuatro textos sagrados, los más antiguos de la India, que contienen lo esencial de esta religión. El término sánscrito veda significa “saber” o “conocimiento”, entendiéndose sobre todo el conocimiento verdadero, sagrado o ritual.

El Vedismo hunde sus raíces en la primitivas creencias indoeuropeas teniendo algunos puntos de contacto con las de griegos, latinos, eslavos y germanos. Sin embargo, sus conexiones más estrechas son con las de los antiguos iranios como lo revela la lectura comparativa del Avesta, el texto más sagrado de estos últimos. El Vedismo era la religión de los indoarios, pueblos de origen indoeuropeo, que habrían arribado a la India en sucesivas oleadas desde comienzos del segundo milenio aC.

Divididos en celestes, aéreos y terrestres, algunos encarnan los elementos y fuerzas de la naturaleza tales como el fuego, el viento, la lluvia, las tormentas, el sol, el cielo y la tierra, pero otros simbolizan el orden del universo, la verdad y el respeto de los contratos. Indra, el líder del panteón, representa el espíritu guerrero, y el Soma es la personificación de la bebida euforizante empleada en ciertos rituales. Varios de estos dioses asumen funciones creadoras, pero en los estratos más antiguos de esta religión no hay un demiurgo único. Sólo en el tardío libro X del Rig Veda se encuentran himnos especulativos sobre el origen del cosmos y su posible hacedor.

Una posición especial es la de Yama, el primer hombre y el primer muerto, quien rige el mundo de los ancestros o “padres”, ubicado en el cielo más alto. Llamado usualmente rey, su estatus es muy cercano al de un dios. Una cohorte de seres semidivinos, sabios y sacerdotes míticos dotados de poderes sobrenaturales acompaña a los dioses quienes, a veces, actúan como intermediarios entre estos últimos y los hombres. A los dioses asociados con el día se oponen los asuras asociados con la noche, casi tan poderosos como ellos, y una multitud de demonios inferiores, algunos de los cuales poseen cuerpos monstruosos y hábitos repugnantes.

•la base del ritual era el sacrificio, una suerte de contrato en el que a cambio de ofrendas a los dioses se esperaba obtener beneficios concretos en este mundo: hijos, salud, ganado, posesiones, protección contra enfermedades y enemigos.

•los sacrificios más elaborados eran los públicos costeados por el beneficiario. Realizados a cielo abierto, sus elementos centrales eran un simple altar y una o más hogueras ya que no había templos ni imágenes. Era oficiado por varias clases de sacerdotes (el brahmán y sus dependientes) y se acompañaba de ofrendas al fuego (leche, manteca clarificada, aceite, tortas de arroz), canto de himnos y recitación de plegarias y mantras. En ciertas ocasiones, para celebrar el culto del Soma, se realizaban libaciones a los dioses con el jugo de esta planta siendo el resto consumido por los sacerdotes y el oferente. Otros sacrificios marcaban el ciclo anual celebrando la aparición de la luna llena y de la nueva y el cambio de las estaciones del año. A veces, se realizaban sacrificios animales, generalmente el de una cabra. Mucho más raramente el sacrificio de un caballo (aśva-medha) para simbolizar el poder del rey y demarcar su territorio.

•los sacrificios domésticos o privados eran realizados en el hogar en beneficio del dueño de casa y de su familia. Aparte de las simples ofrendas cotidianas ejecutadas por él mismo, otros ritos más importantes, dirigidos por un sacerdote, marcaban las etapas cruciales de la vida: nacimiento, pubertad, matrimonio, muerte.

Como el Vedismo prosperó antes de la aparición de la escritura en la India, los “textos” disponibles hoy no existían en un principio como tales. Estos son, en cambio, el producto de siglos de transmisión oral ininterrumpida. Se dividen en dos grupos: Vedas y Brahmanas. El más importante y antiguo es el Rig Veda compuesto por algo más de mil himnos en honor de los dioses. Le sigue el Yajur Veda conteniendo plegarias y fórmulas para ser pronunciadas en cada etapa del ritual. El Sama Veda incluye estrofas y porciones de himnos del Rig Veda, modificados con el fin de ser cantados durante rituales especiales en un estilo florido. El Atharva Veda se diferencia de los otros Vedas por no estar directamente relacionado con el ritual, por ser más tardío y por no haber gozado de la misma reverencia que los otros Vedas. Contiene, sobre todo, fórmulas propiciatorias y expiatorias y conjuros para contrarrestar maleficios y combatir enfermedades y demonios. Los Brahmanas son comentarios en prosa, anexos a los Vedas, obsesionados por las particularidades del ritual que incluyen ocasionales mitos breves para justificarlas.

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